28/8/2003
Fernando Alonso aún no ha despertado del sueño que supone convertirse en el primer piloto español capaz de ganar un Gran Premio de Fórmula-1. Ahora su objetivo es seguir escalando peldaños para alcanzar algún día el título de campeón del mundo. A corto plazo quiere descansar algunos días en Oviedo, alejado de la prensa y del enorme estrés que representan las carreras y todo lo que les rodean.
-¿Qué pensaba cuando cruzó la línea de meta y, sobre todo, en la vuelta de celebración en Hungría?
-La verdad es que la alegría que se siente te impide pensar mucho. Es después cuando vas asimilando las cosas. Cuando ves la reacción del público. Aunque parezca mentira, esa alegría te deja un poco paralizado. Me acordaba mucho de los míos, pero también lo compartí con el equipo por la radio y con el público, que hacía ondear las banderas a mi paso. En Renault se ha dado una coincidencia especial con los colores del equipo y con la bandera de Asturias y era curioso ver tanto azul por el circuito. Había empleados de la fábrica de motores de Viry, un ambiente muy especial.
-¿Sintió alguna vez algo parecido?
-Desde la victoria de la F-3000 en Spa no había conseguido un triunfo y nunca te imaginas como podía ser en F-1. Nunca me había parado a pensar cómo sería el momento de ganar una carrera y tampoco había pensado qué organizar para celebrarlo. Y más vale porque si no... Lo que sí había imaginado la noche anterior a la carrera era el podio. Tenía confianza en mí, en el coche, que había progresado muy bien el fin de semana, sin fallos y sin problemas. Los neumáticos también iban perfectos y todo estaba unido para ganar. Habíamos arriesgado un poco más de lo habitual en la elección de la estrategia, pero con unos riesgos muy calculados. Para eso están los ordenadores y no había nada que perder.
El triunfo de la valentía
-¿Fue el triunfo de la valentía?
-Quizás en otras carreras fuimos demasiado conservadores. Salir desde la 'pole' te permite hacer algunos alardes que después dan sus frutos y, si no, como mal menor te dejan en el podio o cerca. La realidad es que la victoria no se me había pasado por la cabeza, pero cuando vi la ventaja que tenía al principio antes de repostar me dije: 'Fernando, no puedes dejar pasar esta oportunidad'. La única preocupación era que el coche aguantase, el resto, como en el anuncio, lo ponía yo.
-¿Era el Renault el coche perfecto para Hungría?
-Sí. Era el coche perfecto para ese circuito, con los neumáticos ideales y un motor que ayudó bastante con este aumento de potencia y, sobre todo, con un mayor margen de utilización en cuanto a revoluciones. El equipo funcionó a la perfección, los repostajes fueron como siempre sueñas. Todavía no he despertado y para ver todo en su verdadera dimensión hace falta más tiempo. Veo las cifras, los periódicos de Inglaterra, los de Polonia también, y en España sé que se ha armado una buena. Salió todo a la perfección, no se podía pedir más
-¿Hubo muchas celebraciones familiares?
-No lo sé, pero por lo que he hablado con ellos no hubo nada especial. Mi padre estaba muy contento, pero en la misma línea de tranquilidad. Fue un momento histórico para el automovilismo en España. Siempre nos tocaba estar ahí agachados y ahora vamos levantando cabeza. En algunos deportes siempre se llevaban la palma los extranjeros y por primera vez un español ha mandado en un Gran Premio. La afición se lo merecía. Me siento orgulloso de haber formado parte de ese momento histórico, que emocionó a tanta gente, incluyendo a nuestro Rey, que es un fiel seguidor de nuestro deporte y a quien no sé como agradecerle su apoyo. Bueno, sí que sé, logrando más victorias, aunque quizás para la próxima tenga que esperar un poco.
-¿Qué importancia tiene la afición en su evolución?
-En Minardi quizás corría para mí, para mis intereses. Ahora corro para los intereses de un equipo que lucha por algo grande y sobre todo me siento empujado por una afición y también corro para ellos. Siento a un país detrás de mí y eso me anima aún más a esforzarme para el futuro.
-¿Está en su mejor momento de forma?
-Sí. No quiero pecar de pedante, pero estoy en mi mejor momento. Desde el inicio de la temporada, e incluso antes, cuando hicimos la concentración de invierno en Kenia, he ido progresando. Nunca descuido la preparación. En cuanto llego al hotel, los miércoles previos a un Gran Premio, lo primero que hago es ir al gimnasio y después voy al circuito. Si no puedo trabajar físicamente no puedo dormirme. Es como un rito, que exige sacrificio, pero que te da unas satisfacciones enormes. Mis preparadores físicos, Eduardo y Fabrizio, también tienen mucho que ver en la temporada que estamos haciendo. Creo que el Fernando Alonso de esta fase del campeonato es el mejor de su trayectoria como piloto.
-¿Será obligado estar siempre en el podio, a partir de ahora?
-Estoy seguro de que va a haber decepciones, porque no siempre se puede estar en el podio o luchando por la victoria. De aquí a final de temporada será complicado repetir un podio, podría ser en Suzuka, pero también va a ser difícil. Estoy seguro de que después de Monza la euforia bajará un poco, porque Italia será el Gran Premio más complicado para nosotros. Si conseguimos allí un resultado discreto todo volverá a la calma rápidamente.
A toda prisa
-A Fernando Alonso todo le llega deprisa. El título, matemáticamente, todavía es posible, pero ¿quizás sería más real pensar en el año próximo para una meta semejante?
-Eso más que un sueño es una utopía que no va a darse, pero bueno a mí nunca me ha gustado esperar ante nada. Soy muy impaciente y si tengo la oportunidad no la dejo escapar. Lo lógico sería intentar ganar carreras en 2004 y esperar acontecimientos, pero la lógica últimamente no se impone mucho. Todos preveían a Schumacher sexto campeón del mundo y mira como lo está pasando. Le puede ocurrir como en el Tour, donde se quedan en cinco. Claro que me gustaría intentar luchar por el título desde la primera carrera del año que viene, pero veremos qué pasa. Si tengo la oportunidad, seguro que lo intentaré.
-Este año Renault tiene un chasis a la altura de los mejores y unas ruedas muy buenas, pero ¿cuál es el ingrediente que falta, la guinda de ese pastel?
-Sin duda nos falta un motor más potente y en ello están trabajando al máximo los equipos de ingenieros y mecánicos de las dos sedes, de Viry y Enstone. La aerodinámica es muy buena y todo lo demás también. Ahora tenemos que sacar un mayor rendimiento del motor, y en Renault saben muy bien como hacerlo. Estoy seguro de que el año que viene estaremos entre los mejores en ese apartado también. La nueva reglamentación obliga a un cambio de planteamiento ya que el motor ha de durar todo el fin de semana. La moral está muy alta a todos los niveles del equipo, y por lo que pude ver en Polonia, también a todos los niveles de la empresa. El año que viene acabar todas las carreras será importante también para poder aspirar al título, así que las claves del nuevo motor del coche serán la potencia y la fiabilidad.
-Hablar de título es hablar de adversarios ¿Cuáles serán sus próximos rivales?
-Montoya y Raikkonen, además de Michael Schumacher, quien tiene aún hambre de triunfo y si no gana este año estará enrabietado para el próximo, y todo el equipo suyo igual. Montoya y Raikkonen son más jóvenes que él, están en equipos fuertes y serán rivales durísimos. Quizás me toque menos enfrentarme a la generación de los Barrichello, Coulthard e incluso Schumacher, pero sin duda Kimi y Juan Pablo serán obstáculos que habrá que salvar para poder ganar en el futuro. El mejor de ellos no sabría decir quién es, aunque si Montoya va a McLaren en 2005 podría verse quién es el más rápido. Para hacer comparaciones reales hay que comparar compañeros de equipo.
-¿Qué le pasa a Michael Schumacher?
-Pues nada anormal. Sigue siendo el mejor -ahí están sus cinco títulos mundiales-, pero no tiene un coche tan competitivo como se podía esperar o como tenía el año pasado y sufre como el resto de los mortales. Ahora que el Ferrari no es tan competitivo se demuestra la importancia del coche. Le va a tocar sudar tinta para ganar el título esta temporada.
lunes, 13 de julio de 2009
Entrevista tras el GP de Hungría 2003
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
Publicado por
Poleposition
en
14:57
Etiquetas: Entrevistas 2003
Subscribe to:
Enviar comentarios (Atom)
0 Comments:
Post a Comment