JAIME RODRÍGUEZ
NURBURGRING (ALEMANIA).- En el otoñal mediodía de Nurburgring, el jaleo está a las puertas de la caseta de Renault. Allí se arremolinan unos 100 periodistas, que no esperan al último campeón (Hamilton), al imperial líder de este año (Button), ni a la promesa local (Vettel). Aguardan por Fernando Alonso (Oviedo, 1981), noveno en el Mundial, pero con un magnetismo único en el 'paddock'. Y más cuando se vincula su nombre a Ferrari.
Forman un binomio que coge temperatura, es la pareja que se mira de reojo con ganas de abrazarse de una vez por todas. Alonso y su gente resoplan medio aburridos por el asunto. En la 'Scuderia' miran para otro lado y recuerdan que sus dos pilotos (Massa y Raikkonen) tienen contrato hasta finales de 2010. Nadie dice nada, aunque el fichaje esté cerrado para el próximo año, como se garantiza desde focos de poder en la F1.
Alonso recibe a EL MUNDO tras responder en cuatro idiomas distintos a la pregunta del día: ¿Se va a Ferrari? El suave moreno que luce se diluye en su rostro. "¿Triste? No, estoy cansado, me he levantado a las seis y media de la mañana".
Pregunta.- ¿No ha descansado estos días? Se le ha visto en Mónaco...
Respuesta.- Sí, he aprovechado para descansar primero unos días en casa, en Suiza, sin hacer nada especial. Después fui a Montecarlo a ver el inicio del Tour y a tomar el sol.
P.- ¿Dio algún consejo a Alberto Contador? Va a tener un duelo en su propio equipo con Armstrong, como usted tuvo con Hamilton.
R.- Son situaciones distintas. Al final, en el ciclismo dependes sólo de tus piernas. Creo que Contador está tranquilo, confiado en sí mismo. El morbo con Armstrong se crea desde fuera.
P.- Este año, con un coche mediocre, ¿qué motivación encuentra?
R.- A cada carrera vas con la esperanza de estar un poco más arriba. Te vas adaptando a las circunstancias. Al principio del año llegamos con ganas de luchar por las victorias y los podios, pero vimos rápidamente que no teníamos el nivel necesario y luego vas cambiando tus objetivos.
P.- Debe ser duro para usted, un doble campeón del mundo...
R.- Estoy preparado para ello. Por ejemplo, aquí en Alemania espero que las mejoras en el coche funcionen, y poder estar en los puntos, entre los seis primeros. Y ése es el objetivo; pasas todo el fin de semana centrado en ello. La motivación es estar satisfecho contigo mismo. Aquí estrenamos un alerón delantero, tapacubos nuevos, tapa de motor... Todo para ganar dos décimas y media, que sería mucho para nosotros.
P.- ¿Tiene esperanzas de lograr una progresión final como la del pasado año, con dos triunfos?
R.- Sí, por qué no. Somos un equipo que hemos demostrado nuestra capacidad para mejorar, pero las cosas cada vez están más difíciles.
P.- ¿Desespera no estar arriba?
R.- No, lo llevo con paciencia. Esto es algo intrínseco al deporte profesional. No hay ninguna especialidad ni ningún deportista que sea capaz de ganar durante toda su carrera. Yo estoy mentalizado para ello porque en la Fórmula 1 dependes de la máquina. Ahora me encuentro en una fase de mi carrera de espera a que llegue el momento en que tenga un coche que me permita ganar carreras. Debo estar preparado para ese momento. Estoy cogiendo fuerzas para, cuando llegue de verdad lo bueno, poder estar al 100 por 100.
P.- En invierno aspiraba a luchar por el título y ahora está noveno. ¿Es la mayor decepción de su carrera en la F1?
R.- Ni mucho menos. Antes de empezar el año tienes ambición, deseos de que las cosas salgan bien, pero compites contra grandes equipos y no todos pueden ganar, a pesar de que todos hacen el trabajo al máximo. Noveno no es la posición que queremos, pero esto es Fórmula 1. Me juego la vida en la pista cada vez que me subo al coche, gane o no. Y lo hago muy a gusto porque es mi pasión. Luego me voy a casa contento de mi trabajo. Echo de menos la victoria, sí, pero sé que llegará otra vez, y no desespero.
P.- Jenson Button ha pasado, gracias a un buen coche, del fondo de la clasificación al liderato en tan sólo un año. ¿Su éxito rebaja el valor de los pilotos?
R.- De cara al espectador es raro lo sucedido, pero la gente cada vez tiene más cultura de Fórmula 1 y sabe lo importante que es el coche. En cualquier título conseguido en la F1, el 80% del mérito es del coche y un 20% solo del piloto. Cuando ganaba Schumacher, el Ferrari era el mejor coche, y cuando lo hice yo era el Renault... Pero también es verdad que en esos casos, siempre hay un compañero al lado, al que le dan las mismas oportunidades que a ti, y sólo uno de los dos gana el campeonato.
P.- Dará rabia ver cómo dos equipos a los que dio ‘calabazas’, como Red Bull y Brawn, dominan ahora.
R.- No. Ahora es fácil hacer valoraciones. Es como tirar un penalti, que te lo pare el portero y decir: ‘Tendría que haberlo tirado al otro palo’. Son momentos de tu carrera. A lo mejor me ha salido mal ahora pero igual lo recupero en el futuro, cuando tenga yo un coche bueno.
P.- ¿Le ha faltado suerte en los últimos años?
R.- Para nada me siento desafortunado deportivamente. No tengo quejas. Dos años sin estar disputando el título no es tanto. Hay gente como Fisichella o Trulli que nunca pudieron hacerlo.
P.- Ha asegurado que ahora se siente mejor piloto, ¿en qué lo nota?
R.- Soy más maduro, más profesional, en la pista y fuera de ella, con la preparación física... con todo. Este tiempo duro me ha hecho ser mejor piloto, más completo. También desde el punto de vista técnico, con más experiencia. He afinado detalles como la salida, los repostajes, el hecho de ir siempre al máximo, de buscar siempre la vuelta perfecta... Cosas que en 2005 o 2006 no eran tan indispensables, porque tenía un gran coche.
P.- Con todo ese bagaje y con la experiencia ya de haber estado en equipos ganadores y también perdedores, ¿se encuentra preparado para afrontar el reto de una escudería histórica, tan grande como Ferrari?
R.- Siempre he estado listo para ir a un equipo como Ferrari, también antes de estos dos últimos años... Lo que quiero decir es que ahora no me he desmoralizado, ni estoy triste, sólo estoy en espera. Es como en el Tour: ahora atravieso etapas llanas, donde voy a rueda reservando fuerzas para cuando llegue la montaña, o lo que es lo mismo, un coche para ganar carreras. Y ahí voy a estar a tope.
P.- ¿Esa montaña va a llegar en Renault o en otro equipo?
R.- Nunca se sabe, habría que llamar a Rappel y sacar la bola.
P.- Parece obligado que su camino y el de Ferrari se terminen cruzando.
R.- Lo de Ferrari son rumores, lo mismo de los últimos cinco años.
P.- Pero en la parrilla son muchos pilotos, y a ninguno se le vincula con la escudería italiana de manera tan intensa como a usted.
P.- Los españoles e italianos nos parecemos, somos muy pasionales. Enseguida buscamos soluciones. También a los medios de ambos países les gusta mucho la fantasía.
P.- ¿Con qué piloto le gustaría compartir equipo y con quién no?
R.- No tengo ningún enemigo. Me gustaría con Kubica o Fisichella.
P.- Ahora que los equipos piensan en el nuevo reglamento, ¿qué recomendación haría?
R.- Hay una obsesión innecesaria por cambiar el reglamento en busca de más adelantamientos. En los últimos dos años no ha habido muchos y sin embargo hemos llegado a la última curva del campeonato con el título sin decidir. La F1 no necesita imperiosamente los adelantamientos. El espectáculo ya está servido. Para mejorarlo quizá habría que modificar la frenada, como en las motos.
P.- ¿Cuánto tiempo cree que va a estar en la Fórmula 1?
R.- Seis o siete años como mínimo, pero dependerá de las circunstancias, de la motivación.
P.- ¿Ha pensado en lo que hará cuando se retire?
R.- No tengo ni idea, de verdad. Asumo que será un paso difícil, muy difícil, porque llevo en las carreras desde los tres años. Voy a estar más de 30 en ellas. Volver a la vida normal será muy complicado.
El Mundo
EL ASTURIANO MUESTRA SU CARA MÁS DESCONOCIDA
'En casa nos organizamos bien. Eso sí, sigo cocinando yo'
10/07/2009 JAIME RODRÍGUEZ
NURBURGRING (ALEMANIA).- Durante la entrevista, Alonso echa vistazos fugaces a la televisión para ver la lluviosa etapa del Tour. Le apasiona la bicicleta, con entrenamientos este año casi de profesional. También la NBA, a la que se ha enganchado últimamente de la mano de Pau Gasol, con el que mantiene una buena amistad.
Tampoco olvida el fútbol, su Madrid, ni la música, con la que convive en casa. Le gusta componer canciones en el ordenador, pero por ahora deja que la especialista sea su mujer. Con ella vive tranquilo en Suiza, donde a veces es capaz de estar una semana solo, a su aire. A Oviedo, su ciudad, quiere dedicarle un homenaje el próximo mes de septiembre. La extraña.
P.– Rodará con su Fórmula 1 por las calles donde creció.
R.– Es una experiencia que me apetecía hace mucho tiempo. Lo haremos el 5 de septiembre, en una exhibición que organiza Renault. Me hace una ilusión tremenda poder conducir con un monoplaza delante de mi gente. Les debo mucho.
P.– ¿Cómo se compagina la vida de un piloto con la de una cantante profesional [su mujer, Raquel del Rosario, vocalista del Sueño de Morfeo]?
R.– Nos va bien, tampoco creo que haya mucha diferencia respecto a una pareja normal, como cualquiera. Intentamos organizar nuestros días de trabajo fuera para que coincidan y luego podamos estar juntos en las jornadas libres.
P.– ¿Sigue cocinando usted?
R.– Sí... [se ríe].
P.– Pidió a su amigo Chechu Rubiera que le presentara a Armstrong, con quien cenó en Milán. Ahora, ¿a quién le gustaría conocer?
R.– Siempre hay gente interesante en el mundo del deporte que conocer. En los últimos tiempos sigo mucho la NBA y me gustaría conocer, por ejemplo, a jugadores como Kobe Bryant o LeBron James. Me parecen unos fenómenos.
P.– Superestrellas, como los fichajes del Real Madrid. ¿Qué le parecen esas operaciones multimillonarias, ahora que en todos los sectores, también aquí, se busca el ahorro?
R.– Si lo hacen será por algo. Sé que Platini y otra gente lo han criticado, pero creo que desde fuera no se puede decir nada. Son sociedades privadas con unos intereses muy concretos. No tengo una opinión.
P.– ¿Quién le gusta más: Cristiano Ronaldo o Kaká?
R.– Ambos son buenísimos, un lujo tenerlos a los dos. No sé, creo que Cristiano es más espectacular y Kaká más efectivo quizá... Lo mejor, tener a los dos en el equipo.
P.– Además de la Fórmula 1, ¿qué otros deportes de riesgo le gustaría practicar?
R.– Por ejemplo, tirarme en paracaídas no, en absoluto. Sí me gustan mucho las motos. Una vueltita en un circuito, no en carretera, con una moto buena sí que me gustaría dar alguna vez.
El Mundo
domingo, 12 de julio de 2009
'Siempre he estado listo para Ferrari' 'En casa nos organizamos bien. Eso sí, sigo cocinando yo'
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Poleposition
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9:08
Etiquetas: Entrevistas 2009
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