viernes, 25 de noviembre de 2011

Las 'raíces' catalanas de Alonso

2007?

Fue por una de esas casualidades que suelen favorecer la carrera de los grandes mitos del deporte que Fernando Alonso, con doce años recién cumplidos, llegó a L'Escala (Girona) para comenzar la que sería su su fulgurante carrera de piloto.

Durante seis temporadas de carreras el matrimonio formado por Josep y Maria Marcó Matas tuvo como huésped al campeón asturiano. El hijo del matrimonio Marcó, Genís, posee actualmente la escudería número uno de España, Genikart. En aquel tiempo ya era una de las más importantes.

Josep Marcó, más conocido como Pravi en l'Empordà, regenta dos pistas de karts en L'Escala y L'Estartit, por donde han pasado, entre otros, los hermanos Marc y Jordi Gené y la mayoría de pilotos de fórmula españoles.

Josep Marcó recuerda cómo fue posible que Alonso llegara a su hogar donde fue acogido como un hijo por él y su esposa y como un hermano por Genís, la persona que posiblemente más entiende de karts en nuestro país, tanto como constructor como importador de las marcas punteras.

“A mediados de 1993 suministramos material a un karting recién inaugurado en Asturias. Tras cerrar el acuerdo le dijimos a su promotor, José María Echevarría, que si tenían algún chaval prometedor que nos lo enviasen, ya que Genís quería formar pilotos con proyección. Quince días después llegaba un chaval de 12 años que viajó solo en el avión desde Asturias y que recogimos en Barcelona”, recuerda Josep Marcó.

“Era un chico muy tímido. Parecía asustado. Genís ya había crecido y vimos en Fernando a un segundo hijo. A los pocos días de llegar a Catalunya disputó una carrera en Mora d'Ebre y la ganó. Era la final del Campeonato de Catalunya y sus rivales eran mayores que él. Quedamos impresionados. En aquel momento vimos en él a un campeón en potencia”, señala.

Y a partir de aquel momento la familia Marcó invirtió mucho tiempo y dinero en Fernando: “Su padres, que son grandes amigos nuestros, no tenían recursos, pero les dijimos que no se preocuparan. Pusimos el mejor material a disposición de Alonso desde el primer día. Se lo merecían porque el muchacho era una gran promesa y sus progenitores son gente de bien”.

Y ahí comenzó la carrera de Fernando en los karts. Una carrera ya en serio, con proyección de futuro. Genís y fernando viajaron por España y Europa participando en carreras semana tras semana: “Alonso se llevaba siempre una almohada que abrazaba en el coche para dormir. Era casi un niño, pero su cabeza trabajaba siempre a enorme velocidad tanto en las carreras como fuera de ellas. Era muy callado, pero cuando hablaba era para acertar en algo. Ya entonces se le notaba el áurea de campeón en su modo de ser, en sus ademanes, en sus gestos. Con mi esposa y Genís creímos en él desde el primer momento”.

Josep Marcó quiere también incluir a una persona en la formación de Alonso: el italiano Mauro Pozzi, mecánico de Iame-Parilla. “Mauro me dijo un día, cuando Alonso tenía unos 13 años, que 'este chaval tiene la mirada de Senna'. Accedimos a los deseos de Pozzi, que quería verle de cerca, y nos fuimos a Italia para que probara los mejores karts de competición. Pero aquel día llovió y se frustró la prueba. Días después ganaba el Trofeo Industria, una de las pruebas más selectas del calendario italiano, sin haber probado antes el kart que tenía que conducir ante lo más selecto del karting italiano, un país de grandes pilotos”.

Un plus de calidad

Lo mejor de Fernando, según 'Pravi' Marcó, es que se trata de un piloto que va rápido con todo lo que vaya accionado por un motor y que en los momentos de dificultat ha suplido siempre su desventaja en experiencia y en mecánica con un plus de calidad que no se sabe de dónde saca.

“En el Campeonato de España de 1994 dimos órdenes a él y a Antonio García, nuestros pilotos oficiales, que abandonaran en la prefinal para ahorrar neumáticos para la final. Pero Fernando dio una vuelta más. Se excusó diciendo: 'Así saldré delante suyo'. Al día siguiente ganaba el Campeonato”.

“Con el padre de Fernando hemos llorado juntos muchas veces. Por ejemplo, cuando fue tercero en el Mundial'95 y al año siguiente cuando fue campeón en Bélgica. Si mal no recuerdo era en aquel momento el más joven campeón de karts de la historia. Como ahora en la F-1”, explica para añadir que “su madre nunca ha podido abandonar su papel de madre. Un día oí que le decía en Montmeló: 'No te hagas daño, pero corre mucho, mucho'. Forman una familia entrañable”.

Sobre Alonso descubre que “sólo comía huevos y carne. Le encantaba mojar pan en la yema. Y los bistecs se los comía a pares”.

Sobre si algo ha cambiado en Alonso desde que la fama y los éxitos se han unido a él, Josep Marcó señala: “Espero que no. Hasta hace poco nos llamaba antes de las carreras. Yo le daba mi opinión. Y él me explicaba qué haría y cómo lo haría. Acertaba casi siempre. Sabe leer las carreras como nadie. Improvisa la estrategia sobre la marcha y tiene una habilidad para estar delante sin tener el coche más veloz. Esto ya ocurría en los karts. Este año estuvimos en Imola y Fernando seguía siendo el mismo que conocimos. Espero que no cambie. Desde hace un tiempo no nos llama, pero comprendemos que debe estar desbordado”.

Nunca protestaba

Marcó resalta que Alonso nunca protestaba por la mecánica de que disponía, que si un motor le gustaba, aunque no fuera el mejor, no quería cambiarlo por otro más fiable. “Sabía arreglárselas él solo. Quería saber siempre lo que tenía entre manos, pero no exigía tener lo mejor, o al menos, tanto como los demás. Le bastaba estar una décima atrás, para poner él de su parte y superar esa desventaja. Ese 'algo más' que ponía de su parte, y que no sabemos de dónde lo sacaba, es lo que le ha hecho campeón”.

El orgullo por haber ayudado a ser campeón del mundo a Fernando Alonso es algo que los Marcó no pueden ocultar. “Es muy difícil de explicar lo que sentimos cuando vemos que todo aquello que intuimos desde el primer día, cuando aterrizó aquí con 12 años, se ha convertido en realidad”, dice emocionado. Además, de un tiempo acá llegan turistas extrajeros a su karting de L'Escala y preguntan si es el lugar donde Alonso aprendió a pilotar, con lo que hasta su instalación ha traspasado fronteras.

Como única recompensa Josep Marcó quiere que Fernando les permita bautizar el circuito de L'Escala con el nombre de 'Circuito Fernando Alonso': “En esta pista él creció como piloto y también como persona. Genís y él se pasaban días enteros probando entre carrera y carrera. Seguro que nos dirá que sí. Se trata de nuestro segundo hijo, aunque hace años que se fue de casa para... ser campeón del mundo”.

A los Marcó les queda ahora el recuerdo de una experiencia única, como si hubieran vivido una película. Sus álbumes de fotos contienen mil y un recuerdos de aquel niño que en el otoño de 1993 aterrizó en El Prat procedente de Oviedo y que ahora es el más joven campeón mundial de la F-1.

elmundodeportivo.es

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