sábado, 11 de julio de 2009

Recolecta piezas para su museo, su gran ilusión, cocina, juega a fútbol y toca la guitarra

Alonso está de vacaciones sin que su futuro le inquiete, no piensa subir a un F1 hasta enero.
Recolecta piezas para su museo, su gran ilusión, cocina, juega a fútbol y toca la guitarra.

Raymond Blancafort - 27/10/2007

El futuro Museo Fernando Alonso, que se comenzará a construir antes de que acabe este año en La Morgal, concejo de Llanera, es algo que ilusiona de forma muy especial a Fernando Alonso. Un complejo que "incluirá una pista de karts de más de 1.600 m. digna de un Mundial". Se le notaba en la cara ayer cuando, tranquilo, distendido e ilusionado mantuvo una reunión informal con la prensa española que sigue el Mundial pocas horas antes de asistir a la entrega del Premio Príncipe de Asturias a Michael Schumacher, el que fuera su gran rival en la F-1.

"Tendrá todos mis coches y karts. Carlos, uno de mis amigos, se ha encargado de recuperarlos. Uno de los primeros lo encontró casi chatarra en Portugal y lo hemos restaurado, pintado, cromado y repuesto las pegatinas de la época. ¡Hemos comprado una máquina para hacerlas partiendo de las fotos!", dice feliz. Su madre lo guardó todo, "mis primeros guantes.... mi primera licencia, que data de 1984, con sólo tres años", dice divertido.

Entre sus coches estará el F-Nissan con el que corrió para Adrián Campos, el F-3000 "que ya ha sido decorado con los colores que llevaba entonces y todos los F-1, incluido un McLaren", dice Fernando, que en sus contratos estipula la posibilidad de quedarse un coche a final de temporada.

La exposición itinerante sobre sus éxitos deportivos que acaba de iniciar su singladura por la geografía española no la componen estos coches, "porque los que hay son propiedad de la Mutua Madrileña, pero los trofeos los he dejado yo, son los míos".

Alonso no quería hablar de carreras y mucho menos de futuro "porque aún no he hablado con Ron Dennis" y sólo admitió que esperaba pronto tener una solución. Esta vez la reunión era para comentar todas esas otras cosas de las que normalmente se habla en las tertulias de amigos y para las que no hay tiempo en el paddock, comenzando por el recorrido del Tour de 2008, "a medida de Contador", asintió el ovetense.

El ciclismo es una de sus pasiones; la otra, fútbol "y ahora tendré tiempo para entrenarme un poco más con mi equipo suizo (amateur) porque ellos comenzaron la temporada coincidiendo con los GP de China y Japón, así que no he ido a muchos entrenamientos. Pero tampoco serán muchos porque el 15 de diciembre paran hasta febrero, así que es difícil jugar".

Alonso juega de "delantero. Me ponen ahí, a un lado, porque no toco bola. Esto no es como los partidos de pilotos. Son chavales jóvenes que juegan muy bien", señaló.

Es quizás un instante de distracción en Suiza, donde no hay muchas diversiones y donde debe matar el tiempo con otras aficiones. La minimoto, un guitarra para acompañarse en el karaoke y la cocina son los hobbies de Fernando contra el tedio suizo. Le gusta cocinar, "porque en el 'cole' elegí cocina como asignatura optativa", cuenta. Su secreto está en seguir fielmente los recetarios "pero alguna vez es complicado comprar los ingredientes más adecuados por donde vivo"

El Mundo Deportivo

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